-Recuerdo esta película.
-La vimos en Múnich hace dos años; cuando me obligaste a acompañarte a
aquel estúpido congreso sobre el enfoque diacrónico de la Lingüística.
-Todo cuanto tiene que ver con mi profesión te resulta estúpido. A veces me
pregunto...
-Por qué mantenemos esta farsa. Verás: tú necesitas mi dinero, a mí me
conviene tu prestigio.
-¿Es todo? Después de veinte años nos hemos convertido en una ecuación
simple.
-Constituimos dos incognitas bien diferenciadas: en ese sentido se trataría de
una ecuación compuesta.
-Disculpa, somos tres.
-Cora no cuenta. Si algún día decido irme, ella vendrá conmigo.
-Ejemplo de axioma carente de cualquier discusión.
-Al fin y al cabo soy su madre, por mucho que te empeñes en restarme autoridad
cada vez que me desafía.
-Quizás porque soy su padre... porque lo soy, ¿no es cierto?
-Hijo de puta.
-El lunes hablé con Martin: a lo largo de esta semana tendrá lista la
documentación.
-Se diría que manejas excepcionalmente bien los números para ser un hombre
de letras. Hazme un favor: si vamos a discutir, mejor será que subas el volumen del
televisor. Podrían oírnos desde la calle.
-¿Ya no te acuerdas?
-¡Ah, sí! Las personas civilizadas jamás discuten; si acaso, conversan con
vehemencia.
-Quiero a Cora conmigo.
-Me temo que eso es algo innegociable.
-Vuestra relación es un infierno.
-Nueva ecuación con dos variables: X0 + X1. ¿Te habrás dado cuenta de que la "Y" no tiene cabida en ella?
-Os pasáis el día discutiendo y a menudo tratas de utilizarla en mi contra.
-Te repito que soy la única que dispone de un buen patrimonio. ¿Cómo la
mantendrías?, ¿con tu miserable salario docente?... Ya veo: pretendes alejarme de mi única hija y que además os mantenga.
-Legalmente, me correspondería una pensión.
-Y el disfrute exclusivo de esta casa. Es raro que Martin no te haya aleccionado; ¿o resultará que no es el ínclito letrado que tanto se vanagloria y tanto alardea en el
club de Paddle?
-¡Deja en paz a Martin!... por favor.
-Martin es tan solo un asesor. Yo tengo los míos en Berlín y... Aguarda un instante... Mierda, Martin no es solo tu asesor.
-Ante todo es un buen amigo.
-¿Cómo de bueno? ¿Lo suficiente para compartir con él tu futuro? Y el de
nuestra hija.
-Todo tiene explicación.
-Todo, hasta las ecuaciones mas complejas e insospechadas; incluso las que
albergan incógnitas del tipo Y0 + Y1.
-Quizás debería haberte hablado de ello hace tiempo.
-Quizás no debí casarme contigo; quizás nunca debimos compartir esta casa ni
viajar juntos por Europa; o quizá Cora jamás debió...
-Eso no te lo permito. Cora es lo mejor que nos ha pasado.
-Sí, nuestro Proyecto de Futuro. Nuestra única herencia común.
-Sabes, ¿creo que hicimos bien?
-¿Teniendo a Cora?
-No... bueno, sí, por supuesto, aunque me refería a algo bastante más trivial.
-Como por ejemplo, ¿El viaje a Múnich de hace dos años?
-Y esta misma película en una gigantesca sala casi vacía. Sesión de medianoche:
tú, yo...
-Y Martin.