Hoy, un sol de hojalata
ha descendido
por un cielo de cartulina
y se ha ido a esconder
tras las montañas de cartón piedra,
una luna de purpurina
cuelga escuálida
de un cielo de tela negra
que, agujereada a tiros,
deja ver estrellas de sangre,
mientras los hombres
recitan su mantra eterno:
queremos follar,
queremos dinero.
Queremos follar,
queremos dinero.
Queremos follar,
queremos dinero.