El prolífico escritor y agitador cultural de primer orden, Vicente Muñoz Álvarez, acaba de publicar en la editorial Eutelequia un nuevo libro. No es una novela, ni un libro de poemas. En él, Vicente recorre por orden cronológico, dando su personal opinión sobre ellas, en un folio por título, las cien películas que él se llevaría al Infierno. No es una lista clásica al uso. No se trata de una lista con las mejores películas de la Historia. Se trata de compartir con el lector, amante del séptimo arte, las cien películas que a Vicente le han removido las entrañas. Los motivos para ello son múltiples. Las hay que generan terror y angustia. Otras reflejan la crítica sin tapujos comerciales a la sociedad que nos rodea. Algunas consiguen llevarnos de la mano al Infierno y al Cielo de las drogas y el alcohol. En otras la sangre salpica salvajemente al espectador. Muchas son fiel reflejo de la obra de grandes escritores de lo macabro. Las hay diabólicas y las hay biográficas de diablos embutidos en hombres. El lector encontrará aquí y allí descripciones como: aura de pesadilla, influjo malévolo, hipnótica ambientación, despiadado retrato, guión morboso y aterrador, tela de araña asfixiante, lisérgica, ominosa, delicia malsana…
Todas ellas tienen un denominador común. Se pueden catalogar como “Cult movies”. Películas que, en general, no ganaron ningún premio, no contaron con presupuestos millonarios para rodarlas, pero que tiene algo que las distingue de las otras miles de cintas que se rodaron su mismo año. Muchas entran en lo que se ha etiquetado como cine de serie B o incluso Z. El cinéfilo aficionado habrá videado muchas de ellas. La breve crítica y descripción, siempre entusiasta y aún apasionada, que Vicente Muñoz hace de ellas, logrará que vuelva a tener ganas de verlas. Pero, salvo grandes cinéfilos, todo lector encontrará algunas –o muchas- de las que nunca había oído hablar y Vicente, con sus sinceros e hiperbólicos adjetivos sobre las mismas, logrará que más de uno se vuelva loco buscándolas por videotecas y la red y después se retuerza en el sofá de la impresión que le provocarán sus imágenes.
Las reseñas son, como digo, breves, pero certeras y apasionadas. Es cierto que uno siente compartir con Muñoz que, las de la última década, no son tan demoledoras –en su múltiple acepción- como las de las décadas anteriores. Si quieres huir de las películas edulcoradas, si te apetecer videar algo que te remueva por dentro, que te reencuentre con el CINE con mayúsculas, tienes en el libro de Muñoz una guía inmejorable para reencontrarte con ese cine que logra que, días después de haberla visto, sus imágenes aún consiguen que tardes en dormirte.
Y para este viaje, Vicente se ha acompañado, no de alforjas, sino de dos compañeros de lujo.
Una es Julia D. Velázquez, que aporta 32 pictogramas que acompañan al final del libro, tras el brillante epílogo de José Ángel Barrueco, a los artículos y reseñas de Muñoz. Si difícil es constreñir una película de interés e intensidad en una página, no lo es menos lograrlo en una imagen. Y eso es lo que consigue Julia D. Velázquez. Alejándose de los carteles que las anunciaban o a las impactantes imágenes de alguno de sus instantes que aún reverberan en la mente de quien las vio, consigue a través de pictogramas de técnica mixta reflejar la atmósfera que en ellas impera y resumir a golpe de ojo la atmósfera que la envuelve.
Y aún tiene la suerte Vicente Muñoz de contar con otro regalo que dar al amante de las películas que estremecen el alma. Y es un DVD con una de ellas. Quizás la menos universal de todas y una de las españolas que aparecen en su lista. “Gritos en el pasillo”, de Juanjo Ramirez. Un film diferente de principio a fin. Desde sus protagonistas, cacahuetes, hasta sus decorados y guión. Una delirante película que hará preguntarse a Tim Burton: ¿Por qué no se me ocurrió a mí? Más información de la misma en http://www.gritosenelpasillo.es