Vivir
debería ser sencillo
sin elevar la voz,
sin desearte.
Transmutar el amor a lo doméstico,
recuperar de aquel tibio rincón
un trozo de piel
masticada lentamente.
Dejar que lo conocido adquiera el sabor
del exotismo,
cuerpo
que visito una y otra vez
negándose a conceder su secreto.
Vivir
debería ser sencillo.
Constriñe estafalsa pulcritud
que no sabe de humanidad.
Expulsadosdel paraíso,
como en aquella pintura
de Masaccio,
vagamos en la desolación.
Habla el miedo
y en la ceguera
veo cómo se agigantan los contornos,
mientras anochece.