“Son filósofos cínicos, indulgentes, buenos muchachos, de los que todo lo comprenden y todo lo perdonan. Y el que todo lo comprende no comprende nada, Y el que todo lo perdona nada perdona.”
Miguel de Unamuno, Vida de don Quijote y Sancho
I
“El hombre es tonto y siempre está dispuesto a perdonar.”
Herta Müller, El hombre es un gran faisán en el mundo
Mote
Ni olvido, ni perdono.
Mudanza
Renegamos de ser niños modelo,
de obedecer la mala educación
de nuestros pobres padres,
de orden, católicos y honrados,
en nombre del placer y el Hombre Nuevo
permutando el opio por el hachís,
sentimentalismo, por amor ¿libre?
y el catecismo por Marta Harnecker.
Y comenzamos a excavar el zulo.
II
“No, y además nada puede repararse después del daño. Sólo se puede renunciar a volver a provocarlo.”
Erri de Luca, El peso de la mariposa
Mote
Perdono, pero no olvido.
Mudanza
Fuimos los kapos del internamiento
juvenil en gulags
de reeducación en la neolengua,
bajo el rojo pentáculo
de judíos colaboracionistas
en barracón nazionalsocialista,
en una caseta de pin-pan-pun
en un circo de enanos ciclópeos
excavado en el glaciar del terror.
III
“Nosotros, las víctimas, apareceremos como los verdaderamente incorregibles e irreconciliables, como una avería de la historia.”
Jean Améry
Mote
Olvido, pero no perdono.
Mudanza
Y ahora que, tras de veinte años y un día,
disidente desertor en la espiral de la traición
—hecho un cesto, hecho un ciento—
nos pudimos fugar
por el tragaluz de la neurastenia,
os pregunto, niñatos amaestrados,
jóvenes guardias pardos ejemplares,
hijitos modelo D un terrorista,
biznietos del bóinido Sabinísimo,
pequeños reaccionarios:
cuándo mataréis al padre
—como lo hice a disgustos
con aquel hombre bueno,
hermano de un caído
del gélido Teruel
y movido a la reconciliación—;
y yo aún diría más:
cuándo os vais a cagar
en vuestra puta madre,
Euscalerría.
IV
“No estaba arrepentido, no podía resarcir el agravio, podía renunciar. Las deudas se pagan al final, todas a la vez.” Erri de Luca, El peso de la mariposa
Coda
Olvido, pero no...
No haya redención:
la culpa ni vence ni expira.
Perdón, ¿pero qué era eso del perdón?