Infamélica (I)
Rolando Revagliatti
Ya no cae la lluvia sobre mi cabeza
En bolas
sin certificados
ni mota de cordialidad
depuesto mi penacho
(que no todo es rarefacer, mascullo)
cae ceniza sobre mi cabeza
Me aggiorno en mi propia caída
¡El servis es mi amada!, rujo
La brisa vil
y una especie de estío
caen encarnando
una figura literaria.
La Corona complica
Esquivaría las formalidades
como un mortal cualquiera
si no tuviera que adiestrarme para Rey
La enoja mi recelo
a la nueva delfina de Francia
No sabría qué hacer con esa rubia
Prefiero al herrero con el que lucho
Es más fuerte que yo
Y me enseña.
Daría lo que soy, etc.
Nadie
ha querido jamás
tanto a Analía
como yo la quise
casi
Soy
quien ha batallado inclaudicablemente
en pos de la obtención de las más altas reivindicaciones
casi
Daría mi fortuna
y hasta la propia vida
apenas me las reclamaran
para justas causas
casi
Analía
me ha querido tanto
tanto pero tanto
como yo la quise
casi.
¡Lo que dura!
A golpes de enormes besos
pequeñas mordidas
y algún aspaviento
sostuvimos nuestra búsqueda
y nuestro encuentro
desde mi auto hasta tu alfombra
mágica
¡Lo que dura
este vuelo!