Es cíclico y pasa cada diez años. Al superar una década, automáticamente se ponen en marcha todos los mecanismos para que vuelvan a estar de moda las tendencias de veinte años atrás. Así pues, si en los 90 lo ‘cool’ fue la estética retro de los 70, durante esta primera década del siglo XXI lo que se ha llevado es el revival de los 80, la década hortera, según la definen algunos.
Spandau Ballet, The Police, Genesis, Queen, Roxy Music, Hombres G o Mecano (bajo el formato de musical de ‘Hoy no me puedo levantar’), glorias musicales de los 80 por su música, su estética y su carisma, han vuelto, de una manera o de otra, a ser actualidad en los últimos años. Los artistas no han sido ajenos al interés del gran público por la década de las hombreras y los crepados y se han olvidado de viejas rencillas (es el caso de Sting o de Tony Hadley con sus respectivas bandas), de muertes insuperables (Freddie Mercury, por poner el ejemplo más sonado) o el simple cansancio después de agotar la fórmula (Hombres G) para reunirse de nuevo y, aún peinando canas y sumando kilos, hacer de tripas corazón y reventar de nuevo estadios y llenar de billetes algunas cuentas bancarias que años después también tenían ganas de reverdecer viejos laureles.
¿Arte o es negocio? ¿Ganas de recordar los viejos tiempos u oportunismo para volver a hacer caja? Bueno, las dos cosas. Si las canciones funcionaron en su momento y fueron éxitos en todo el mundo, ¿por qué motivo no se podrían desempolvar de nuevo y darles una segunda vida? Existe la demanda y las discográficas y los artistas lo saben. Y el público, encantado. ¡A ver si resulta que sólo las partituras de las viejas estrellas de la música clásica van a tener el beneplácito infinito de ser interpretadas una y otra vez hasta el final de los siglos (y no estoy queriendo comparar a Mozart con David Summers, por favor)!
Así que los contrarios y críticos a estas reunione$ que lo dejen estar, porque va a seguir pasando. Y este año 2010 estrenamos década, así que se impone un nuevo revival, en este caso el de los 90. ¿Se pondrá de moda la estética grunge o la forma de bailar de las Mama Chicho? Aún nos quedan diez años para comprobarlo, pero yo, por si acaso, ya estoy desempolvando mi vieja camisa de leñador...
