A menudo me preguntan por el estado de salud del libro, eufemismo que no logra camuflar la verdadera pregunta, afilada y pasada de rosca: y vosotros, qué, ¿vendéis mucho?. Que cada cual cuenta la feria según le va no es ninguna novedad, pero me permito la licencia de reproducir la impagable nota que la editorial Renacimiento puso en circulación con motivo de la última Feria del Libro, aprovechando que, dentro de nada, andaremos otra vez metidos en ferias. Valga como termómetro de la realidad que viven muchas pequeñas editoriales de un país donde el pulso de la crisis se toma en bares y corrillos, donde el escándalo político se digiere con un pincho de tortilla, donde cuatro editoriales - muy vinculadas al poder y con gruesos tentáculos extendidos sobre los medios- se reparten el bacalao mientras las demás luchan por aguantar el tipo. Y eso que dicen que este año se ha publicado más que nunca. Lo que callan es que las tiradas son cada vez más cortas, que las publicaciones oficiales (en sus múltiples lenguas y dialectos) suben el promedio de un modo fraudulento, y que las devoluciones al grupo editorial, pasados seis meses, deprimen al más optimista. He aquí la curiosa nota:
“Nos sorprende comunicarles (dadas las ventas) que editorial Renacimiento/ Ediciones Espuela de Plata, estará también este año en la Feria del Libro de Madrid, que se celebrará en el Paseo de los Coches del Retiro entre el viernes 25 de mayo y el domingo 10 de junio. Nuestra caseta-ataúd será la 129, y en ella encontrará una amplia representación de nuestro desconocido fondo editorial. Desconfiando de contar con su visita, reciba un muy cordial saludo”.
¿Un último chispazo de sinceridad en la derrota? Ánimo chicos, que tras la muerte, y tal y como vuestro nombre indica, aún es posible el “Renacimiento”.
¡Nos vemos en la feria!