La última novela de la escritora colombiana Ángela Becerra, galardonada con el Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casamérica, vuelve a poner el dedo en la llaga de los sentimientos y de aquellas emociones desbordadas "como el agua que no encuentra salida y acaba por crear su propio cauce". Y es que cuando la escritura se convierte en la pasión más profunda, cuando escribes porque no puedes ya vivir sin hacerlo, eso se nota. Y se nota hasta el punto de traspasar y conmover los corazones más fríos y acorazados.
Así es como lo siente esta escritora del idealismo mágico, que siendo vicepresidenta creativa de una de las agencias españolas más relevantes abandonó su exitosa carrera para dedicarse por entero a su mayor pasión: escribir.
Algo parecido le sucede a la protagonista de esta novela, Ella, una reconocida escritora que tras sufrir un grave accidente de tráfico colgará su estilográfica. Ella, que todo lo tuvo, lo pierde todo de un plumazo: a su marido, a su hija y a ella misma en su propio dolor parecido a una muerte en vida.
Atrapada en el dolor
Derrotada y pérdida por esta pérdida jamás superada viajará hasta Firenze en busca de una historia que poder novelar, porque la escritura se convierte en el único arrullo capaz de calmar todos sus miedos y de sobrevivir a esa ausencia "que nunca tiene que ver con lo que has imaginado. Que te manosea y viola una y otra vez hasta que acabas sometida a su dolor. Tienes que acostumbrarte a su presencia, aunque la odies. Dejar de respirar esperando que la falta de oxígeno se apiade de ti y se te lleve, pero la vida te castiga dejándote aquí...teniendo que continuar viva sin saber por qué ni para qué".
Aunque pueda parecer la historia de una mujer rota por el dolor y a veces desquiciada por la tragedia, en realidad se trata de la historia de una mujer de despertares y de renacimientos. Y es que en su afán desmesurado por sentirse viva creará una misteriosa mujer que recibe a hombres que adoran su enigmático silencio y su cuerpo desnudo que no pueden tocar. Nadie reconocerá a esta solitaria mujer que también se dedica a restaurar libros antiguos y a leer en soledad en una librería de viejo mientras vive una vida que no es la suya. Nadie menos un librero tan solitario y misterioso como Ella, que sin apenas saberlo la estará esperando para poder salvarse juntos de un mundo que ya no les acoge.
En realidad, nunca llegamos a saber quién es Ella realmente, terminamos de leer su historia sin conocerla del todo. Pero podemos encontrar trocitos desperdigados de su vida en cada uno de nosotros donde nos podemos reconocer y acunar: el dolor por la pérdida, la solitud por la ausencia, la fragilidad, el misterio, el amor y la pasión, la lucha, en definitiva, por encontrar el verdadero sentido a la vida. Porque aunque Ella no lo sabe, a veces el descenso a lo más hondo es el único modo de tomar impulso antes de ascender a la superficie. Cuando acabas de leer este libro algo ha sucedido en tu interior. Y aunque una misma novela nunca es la misma para dos personas, las palabras de ésta se colarán inevitablemente por los orificios más inesperados del alma.