Corporativismo
El crítico literario Gumersindo Montes osó dedicar en un suplemento dominical de gran tirada una crítica negativa a la última novela, Casas sin ascensor, del laureado e influyente escritor Juan Carlos Tarazona. A la semana siguiente una tromba de autores españoles salía en defensa del escritor lanzando toda clase de descalificaciones al crítico y sembrando dudas acerca de su capacidad y de su imparcialidad como profesional.
Firma de libros
En la era digital, la caseta más visitada en la feria del libro sería, paradójicamente, la dedicada a la venta de bolígrafos y de plumas estilográficas. Cada vez que un escritor trataba de estampar una firma sobre el libro electrónico que alguno de sus lectores le presentaba, no importa el cuidado que pusiera, la punta de su delicada pluma saltaba hecha pedazos. Un responsable de la caseta salía, de inmediato, disparado hacia el establecimiento de venta de bolígrafos a fin de reponerla cuanto antes y ayudar así al escritor a salir del atolladero. Tampoco los lectores parecían muy satisfechos. Las firmas de sus autores predilectos se traducían en rayones ilegibles, apenas un garabato que, para colmo, emborronaba la lectura en las pantallas de sus sofisticados artilugios.